sábado, 24 de septiembre de 2011

Cincuenta y cuatro minutos bajo el agua.


De espaldas.
Llena de agua y humanidad, la bañera.
Me provoca gran placer esta tristeza, debo admitirlo.
Pensamientos autodestructivos.
Miraba los pies y las manos envejecidas,
La piel roja denotando aun más lo que sobra, que es bastante,  por cierto.
Miraba las baldosas blancas que de pronto parecían amarillas,
Como de película de terror,
También me está fallando la vista? O la imaginación?  
Y  te pensaba excesivamente.
Me causaba gracia el busto que se enfriaba sobre el agua,
Mientras imaginaba la escena:
Podría ahogarme y seria magnifico,
El agua seria testigo de mis estigmas,
Seriamos una sola masa heterogénea y poco atractiva
Hasta que me descubran y cuatro metros hacia abajo el fin.
Me gusta el movimiento del cabello flotando
Me parece muy sensual.
(Risas) esto es extremadamente ridículo y cliché.
Me estoy deshidratando, pero me es tan cómodo estar aquí,
No quiero salir, es más no quiero ni cambiar de posición,
Pero finalmente me muevo.
De panza.
Me siento como un animal varado,
Como un hipopótamo en un barrial
Intentando pasar el calor insoportable de la sabana,
Que comodidad.
Good bye tapón…
Y el agua se va.

Pd: se acabó el shampoo.