[..] Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.
A estos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente que con su energía, contagia.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.
Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen...
Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido
jueves, 30 de agosto de 2012
martes, 28 de agosto de 2012
Verdugo desvergonzado
Son sus ojos tristes.
Tétricos sueños y el pasado se avoca
Siento su sentir y deseo que el traje absorba mi sangre lentamente
Mientras estoy en sus ajenos brazos.
Juntos son vainilla y chocolate
Se estremecía con brutalidad
Le causaba adicción sus encuentros,
La respiración profunda y el idioma indescifrable
Blanca y suave sobre su perfección
El aroma llenaba las entrañas y los ojos se humedecían
Muy intenso como para vivir lejos de aquel placer
Que dejaba divagar por sus labios mordaces
El vientre febril termina repleto de furia
Y la angelical paz vuelve a reinar
El es el verdugo desvergonzado
Ella sabía volar.
jueves, 23 de agosto de 2012
Julio Cortázar
No quiero escribir, no quiero estudiar (aunque lo siga haciendo); quiero, simplemente, ser de verdad; aunque ello me lleve a descubrir que no soy nada.
jueves, 9 de agosto de 2012
Un sueño (por Hermann Hesse)
Salones que cruzamos con timidez,
un centenar de rostros que desconocemos...
Con lentitud, una tras otra,
las luces palidecen.
Allí cuando su brillo se hace gris
cuando se ciega con el atardecer,
un rostro me parece familiar,
la memoria del amor encuentra
conocidos los rostros
que antes fueron extraños.
Oigo nombres de padres,
hermanos, camaradas,
así como de héroes, de mujeres, poetas
que yo reverencié cuando muchacho.
Pero ninguno de ellos
me concede siquiera una mirada.
Como las llamas de una vela
se desvanecen en la nada
dejan en el entristecido corazón
sonidos de poemas olvidados,
oscuridad, lamentos
en torno de los días ya encauzados
en leyenda y en sueño
de una luz disfrutada alguna vez.
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