martes, 13 de marzo de 2012

sólo es un sueño…

Su delgado cuerpo de crispó en la cama, y sus miembros se agitaron crispados por el miedo.
El abrió los ojos, pestañeo, sacudió la cabeza para despejarla de las lúgubres tinieblas del sueño. Ella alzó el pabilo de la lámpara plateada y luego le abrazo, calmando sus temblores.
Está empapado de sudor, pensó, apretándole más. 
Está frío como la nieve y cubierto de sudor.
- Vamos, vamos – dijo, como si hablase a un niño – sólo es un sueño…